Muestra TEMPORAL
En ZavaletaLab Arte Contemporáneo
Buenos Aires, Noviembre de 2007
Texto de catálogo
La cuerda
por Silvia Gurfein
El tiempo nos contempla. El tiempo es horizontal, como una tela que se pliega y repliega, y es como el agua, que se escurre más veloz cerca del vacío.
El tiempo en la pintura nos contempla y pintar es hacer simultáneos todos los presentes.
Y pintar es un caracol.
Pierdo el tiempo.
Salgo a respirar el aire melancólico del fin del día, que acelera la sangre y borra los bordes y soy un soplo helado que convierte todo en cristal. Y me pregunto cuántas veces voy a pulirlo.
Pierdo el tiempo.
Mientras doy vueltas alrededor de la casa del lago en la ladera de la montaña, el tiempo se pliega en mi cabeza y en el mismo instante dos puntos distantes de mi memoria se tocan, se conocen
y ocurren simultáneamente.
Ocurren ahora. Entonces tengo 9 años y tengo 12 y tengo 90 y 48
y aún no nací.
Porque el tiempo me observa magnífico como una montaña que se refleja sobre el lago hermoso hermoso y todo está quieto, esperando y yo tan pequeña y efímera soy un instante
y voy a llorar y dejo estos cuadros para que te contemplen
y no sepas cuándo es ahora.
Yo por ahora me voy a quedar quieta e igual, para que puedas cambiar, para que lo demás pueda moverse. Por que una parte debe mantenerse constante para que el todo pueda crecer. Entonces, inhibo al máximo la variación para permanecer idéntica.
Porque soy la cuerda y soy el hueso.
Soporto la presión y el temporal en la montaña para ver el diamante. Y me pregunto cuántas veces voy a pulirlo.
Fabrico máquinas del tiempo, túneles y pasadizos, viajes espaciales, viajes temporales, abrazada a mis cuadros, expulsada de mis cuadros.
Quemo algunas palabras para que las respires y se hagan esculturas en tu mente.
Yo por ahora veo el mundo como un regalo.
Y el amor como maestro.
Por ahora hago esto. Te doy los tesoros limpios de tierra
y el camino para llegar a ellos: menos cosas más tiempo.