EL TRABAJO EN LO ECHADO A PERDER
La pintura como barro sublimado

En estas obras el trabajo consiste en recuperar los restos* de óleo con los que vengo trabajando ya hace mucho.
Desde que comencé a pintar voy guardando los restos de la paleta al finalizar cada día en mi taller. Los descargo en una tela que va acumulando de forma aleatoria entonces toda la historia de mi pintura. Cuando esos cúmulos están secos (al tratarse de óleo, significa que debe pasar mucho tiempo hasta secarse, por lo que además, estos fragmentos, acumulan tiempo), empiezo a trabajar con esa materia. La desprendo, la recorto, la muevo…se convierte en una suerte arena de colores o de piedras preciosas. Mínimas unidades que pueden portar mi propia historia pero también que llevan la historia del arte, porque entiendo que toda la historia del arte pueda estar contenida en el cuerpo del óleo, en su ADN (el óleo como portador del ADN de la historia de la pintura).
El término Barro es el que utilizo para referirme genéricamente a estos fragmentos de óleo que constituyen, desprendidos de su tela original, la materia prinicipal de esta serie de obras que vengo realizando desde 2009. El término tiene origen en la idea de la pintura como sublimatum lotum (barro sublimado), es decir, una materia del lodo del mundo procesada química y alquímicamente para convertirse luego en pintura. También me gusta referirme a estos fragmentos como Astillas, fragmentos de un estallido, de un big bang de la pintura. Restos que se estrellan.

*( entendido en un sentido relacionado con la palabra latina restus (de sto) y que remite a la idea de estabilidad, firmeza, resistencia. Sería aquello que en la experiencia artística se opone y se resiste a la homogeneización, al conformismo, a los procesos de producción de consenso masificado, vigentes en la sociedad contemporánea, y, más en general, a las tendencias a reducir la grandeza y la dignidad del arte. En la noción de resto está implícita una toma de posición antimonumental y anticlasicista. Si el arte es resto, quiere decir que la idea de la obra como algo armónico y conciliado debe ser dejada aparte porque el arte está atravesado por tensiones internas, conflictos y fracturas. Si el arte es resto, quiere decir que lo entero no se mantiene, no se afianza, se rompe en elementos disimétricos y profundamente discordantes entre si. Mario Perniola. El arte y su sombra